Este término pertenece a la mitología griega
Doncellas que adivinaban el porvenir
Una de las más famosas era la de Cumas
Según una leyenda, Apolo le declaró su amor, y ella lo aceptó, con la condición de que podría vivir tantos años como granos de arena pudiese tener en una mano
Así llegó a una vejez tan avanzada, que sólo le quedó la voz para pronunciar los oráculos.