Este término pertenece a la mitología griega
Caudillo del pueblo eniano que, disfrazado de mendigo, se presentó a Hiperoco, rey de los inaquienses, quien irónicamente le regaló un puñado de tierra; pero un oráculo había predicho que Si los inaquienses renunciaban a la menor porción de su territorio
perderían todo
El puñado de tierra donado hizo cumplirse el oráculo, y éstos fueron despojados, más adelante, de todo su territorio, e Hiperoco fue muerto en combate por Femio, rey de los enianos.