Este término pertenece a la mitología mexicana
Dios del cielo, que regia las nubes, rayos, relámpagos y truenos
Era una de las divinidades más adoradas en los territorios del oeste de Tetzcuco
Su estatua tenía la faz dirigida hacia Oriente
Se le hacían ofrendas de semillas, legumbres y frutas, y se le sacrificaban un niño y una niña de tres a cuatro años, pertenecientes a familias nobles, para que los cultivos llegasen a buen fin
Cuando la cosecha estaba a punto de ser recogida, se sacrificaban nuevas víctimas, que consistían en cuatro niños de familias plebeyas, a los cuales se encerraba en cuevas donde perecían de hambre
También presidía la vida de penitencia y castigo de los delitos sacerdotales
Los sacerdotes eran castigados ahogándolos en un lago
Se representaba al Tlaloc en estatuas de granito, ostentando barrotes de oro sobre el pecho, cadenas y espejo.