Con el nombre general de mitología eslava se comprenden religiones de los eslavos bálticos, de los eslavos nórdicos de los rusos y de los polacos, pueblos que ocupan una inmensa extensión de territorio en Europa.
Muy pocas noticias tenemos de la mitología eslava. Y éstas nos han llegado por medio de los sacerdotes católicos que misionaron entre los eslavos desde mediados del siglo IX.
La literatura de los eslavos pereció. Ha sido necesario un intenso trabajo por parte de la crítica y de los folkloristas para, recoger materiales mitológicos que aludan a los ritos y a la magia de los primitivos eslavos. «Las palabras que significan dios (bog) —escribe Reinach—, demonio (besú), oración (modliti) y paraíso (raj) son comunes en todas las lenguas eslavas.
La palabra boj implica la idea de riqueza y de poder; besú se deriva de la raíz bi: herir. Modliti está relacionado con mocita, que significa, a veces, oración, y otras, ídolo. El sacerdote, entre los eslavos, es «el sacrificador>, el mago es «el que murmura. palabras», «el que hace encantamientos» o «el que traza signos».
De Procopio son las noticias de que los eslavos adoraban a un dios productor del rayo y único dueño del Universo, al que sacrificaban bueyes, cabras y hasta víctimas humanas; de que no conocían el destino, y de que, cuando estaban amenazados de muerte, prometían un sacrificio para caso de salvarse; que también adoraban a los ríos y a las ninfas.