Entre los dioses más famosos de los eslavos están: Perunú, dios supremo; Volosú, dios de los rebaños; Perkunas, dios terrible de la, tempestad; Svantovit, dios conservador y purificador; Porenutius, dios que tenía cuatro caras y una quinta en el pecho; Dabog o Dazbogú «el dios que da», o, según otros el demonio; Trojanú, dios de los eslavos balcánicos, al que algunos mitólogos creen el emperador Trajano; Triglav, «dios triple»; Bielbog, «el dios blanco», opuesto a Zcernoboch, «el dios negro»; Vilhis, nombre de las ninfas auxiliares y mensajeras de los dioses, a las que, entre los rusos y búlgaros, se llamaba Rusalkas.
Entre los eslavos. un anciano misterioso, que durante el día se escondía detrás de la chimenea. era el equivalente al Lar familiaris de los romanos; este anciano, Domovoj, genio y alma de un antepasado, salía por las nochés, en la oscuridad, en la soledad y en el silencio, a comerse los manjares que se le habían preparado. Cuando un aldeano cambiaba de casa, invitaba al Domovoj a seguirle a la nueva morada. Entre los eslavos, los bosques sagrados desempeñaban el mismo papel que entre los escandinavos, sobre todo los bosques de encinas y nogales.
Hemold, sacerdote de Zubeck en 1150, afirma que Svantovit era un dios-caballo; y Saxo, en 1170, alude a numerosos dioses de tres, cuatro y cinco caras, entre los que contaba a Svantovit, cuyo ídolo, en. el templo de Arcona, en Rügen, tenía cuatro cuellos, cuatro cabezas: cerca de este ídolo se veían un freno y una silla, destinados al caballo blanco del dios, que el sacerdote sólo podía montar.