1. El león de Nemea
El león que aterrorizaba Nemea tenía una piel tan dura que ninguna arma podía traspasarla. Heracles lo aturdió con un golpe de su maza, antes de estrangularlo. A partir de entonces, vistió su piel como protección.
2. La Hidra de Lerna
La Hidra, serpiente de agua de nueve cabezas, acechaba en los pantanos de Lerna. Cada vez que Heracles le cortaba una cabeza a la serpiente, crecían dos. Así que, después de cortarle una cabeza, Heracles cauterizó el muñón con el fuego de una antorcha, para impedir que volvieran a crecer otras cabezas.
3. La cierva de Cerinea
Heracles debía apresar a la cierva desarmado. Esta tenía pezuñas de bronce y cuernos de oro; vivía en el monte Cerinea y estaba consagrada a la diosa Artemisa. Tras seguirle los pasos durante un año, Heracles la apresó gracias a una red.
4. El jabalí de Enmanto
Heracles consiguió encadenar a este jabalí, que era tan temible que, cuando lo vio Euristeo, quedó aterrorizado y se ocultó dentro de una urna de bronce.
5. Los establos de Augias
Los establos del rey Augias nunca habían sido limpiados y acumulaban mucha suciedad. Heracles tenia que adecentarlos en un solo día, una tarea que sólo pudo cumplir desviando dos ríos cercanos para que atravesaran los establos y arrastraran consigo todas las inmundicias.
6. Los pájaros del lago Estinfalos
Estas aves que comían hombres tenían picos, garras y alas de hierro. Heracles las ahuyentó del lago Estinfalos haciendo sonar címbalos y lanzándoles flechas.
7. El toro de Creta
Este toro monstruoso aterrorizaba a Creta. Sólo Heracles fue capaz de dominarlo y capturarlo vivo.
8. Las yeguas de Diomedes
Diomedes alimentaba a sus yeguas salvajes con carne humana. Heracles mató a Diomedes y ofreció su cuerpo a las yeguas, que se aplacaron y pudieron ser domadas fácilmente.
9. El cinturón de Hipólita
Heracles venció a las combativas Amazonas para robar el cinturón de su reina, Hipólita.
10. El ganado de Gerión
Gerión era un monstruo de tres cabezas, que custodiaba su ganado, auxiliado por Orto, un perro de dos cabezas. Heracles los mató a los dos y se llevó el ganado a casa, formando de paso el Estrecho de Gibraltar.
11. Las manzanas de las Hespérides
Las manzanas estaban al cuidado de las ninfas Hespérides y custodiadas por un dragón al que Heracles tuvo que eliminar antes de robarlas.
12. Cerbero
La tarea final de Heracles era la de mostrar a Euristeo el Cerbero, un perro de tres cabezas que custodiaba las puertas del inframundo. Luchó con la bestia, se la llevó a Euristeo, pero la devolvió al Hades.