Muchos mitos griegos se relacionaban con la metamorfosis, el fantástico cambio de formas. A veces, la metamorfosis venía impuesta por un castigo.
Tereo, rey de Tracia, se casó con Procne y tuvo un hijo con ella, al que llamaron Itis. Cuando la hermana de Procne, Filomela, los visitó, Tereo la violó y le cortó la lengua para que no lo pudiese contar a nadie.
Pero Filomela tejió un tapiz en que se representaba el atropello y se lo mostró a su hermana. Procne y Filomela se vengaron matando a Itis y sirviéndoselo como alimento a Tereo. Los tres fueron convertidos en aves; Tereo en una abubilla, Procne en una golondrina y Filomela en un ruiseñor.
Los romanos también tenían mucha afición por los mitos en que intervenía la metamorfosis.