¿Por qué no puedes moverte más rápidamente? —le preguntó un día su empleador a Nasrudín—. Cada vez que te pido que hagas algo, lo haces por partes. Realmente no es necesario ir tres veces al mercado para comprar tres huevos.
Nasrudín prometió cambiar.
Un día su amo enfermó.
—Trae al médico, Nasrudín —le ordenó.
El Mulá salió y regresó con una gran cantidad de personas.
—Señor, aquí está el doctor, y he traído a los demás también.
—¿Quiénes son todos los demás?
—Por si el médico ordenaba cataplasmas, traje a quien las hace y a su asistente y a los abastecedores de los ingredientes, para el caso de que llegaran a necesitarse muchas cataplasmas. El carbonero está aquí para ver cuánto carbón podríamos necesitar para calentar el agua y hacer cataplasmas. Luego está el empresario de la funeraria, para el caso de que usted no sobreviva.