El Rey ha sido bondadoso conmigo —contaba un hombre a Nasrudín—; planté trigo y llegaron las lluvias. Cuando supo de mis dificultades, me compensó por el daño causado por la inundación.
El Mulá pensó por un momento.
—Dime —preguntó—, ¿ cómo puede uno causar una inundación?