En la ceremonia de iniciación de los adolescentes yolngu se recrea el episodio en el que la serpiente se traga a las hermanas Wawilak, y cada etapa del ritual, que simboliza la muerte antes del renacimiento como adulto, va acompañada de cantos que describen con gran detalle la parte correspondiente del mito. Los cantos integran un ciclo que abarca centenares de versos que se recitan durante la ceremonia.
Las mujeres yolngu adoptan el papel de las hermanas viajeras y los cantos conmemoran lo ocurrido en cada punto destacado del viaje, como charcas y rocas.
Más adelante, los hombres adoptan el papel de la serpiente: se «tragan» a los muchachos y los recluyen en el recinto sagrado de iniciación, al que las mujeres tienen la entrada prohibida. Cuando los muchachos regresan se cree que la serpiente los ha «regurgitado».
Si bien el relato de las hermanas Wawilak ha sido objeto de amplios estudios antropológicos, se trata tan sólo de uno de los múltiples mitos de gran importancia espiritual y ritual para los yolngu.
La serpiente Yulunggul, está enroscada alrededor de las hermanas Wawilak y sus hijos, que se alzan entre las huellas que dejaron las mujeres al intentar escapar de Yurlunggur.