El culto de Bel, primera divinidad caldea, era orgiástico. Cada. día, el gran sacerdote señalaba la doncella que aquella noche había de ser la esposa del dios junto a los altares de Milita. Todas las mujeres, al menos una vez en su vida, habían de ser llevadas al templo y pagar én él el tributo de su virtud
Los cómputos caldeos de tiempo, sosas, neras y saras (sesenta, seiscientos y tres mil años, respectivamente), quizá estén confundidos con los días. Sus diez generaciones de príncipes antediluvianos están de acuerdo con los diez patriarcas del Antiguo Testamento.