A la cabeza del panteón ugarítico figura El, suprema autoridad en todos los asuntos divinos y humanos: es el creador, el padre de dioses y hombres, y se le representa como un hombre de edad y aspecto venerable. No obstante, la deidad más activa en los mitos es el joven Baal, identificado con Hadad, dios de la tormenta, y con el principio deificado de la fertilidad, que vive en una montaña del remoto norte. Se asocia con ellos a dos figuras femeninas, Asherah o Astarté y Anat, ejemplos de diosas de la fertilidad que se encuentran en todo el antiguo Oriente Próximo. Asherah es la consorte de El y madre del panteón y Anat la hermana de Baal y su principal ayuda, con un carácter violento y belicoso. Otras divinidades de menor importancia son Reshef y Horon, dioses de la peste, y Athar, el planeta Venus, el equivalente de Istar en Mesopotamia. En los mitos también aparecen dos adversarios de Baal: Yam, el mar, y Mot, el poder destructivo de la sequía y la esterilidad.
En estelas ugaríticas aparece el dios El en su trono, aceptando la ofrenda de un fiel con corona, quizá el rey de Ugarit. La deidad lleva una corona con cuernos de toro y la mano izquierda se alza en un gesto de bendición. En las estelas ugaríticas se ilustra las características de El que le atribuye el texto con los términos rey, toro, benévolo, misericordioso y santo.