La historia de Illuyanka se recitaba con motivo de las celebraciones de Año Nuevo en Nerik, el principal de los santuarios del dios atmosférico. El relato procede probablemente de un antiguo mito hattiano.
Illuyanka es un gigante, un monstruo en forma de dragón (como el Hedammu de la mitología hurrita) que vence al dios atmosférico en un enfrentamiento crucial. La diosa madre Inara decide prestarle ayuda. Organiza un banquete y llena varios recipientes con grandes cantidades de bebida alcohólica.
Sin embargo, necesita conseguir el apoyo de un ser humano y así consulta a un hombre llamado Hupashiya. Este da su conformidad, pero a condición de que primero mantengan relaciones sexuales. Ella se muestra de acuerdo y lleva al hombre al banquete, al que había invitado a Illuyanka y a todos sus hijos. La familia de dragones bebe tanto que no puede marcharse. Hupashiya los ata firmemente y los entrega al dios atmosférico, que los mata en el acto.
Inara se lleva al hombre a un lugar remoto para vivir con él. Pero le prohíbe mirar por la ventana. Al cabo de veinte días, él no puede seguir resistiéndose a la tentación, y al mirar afuera ve a su esposa e hijos. Anhelante, le pide a la diosa poder regresar. El final se ha perdido, pero es probable que ella matase a Hupashiya en razón de su desobediencia.
La segunda versión de Illuyanka y el dios atmosférico también pone en juego a un ser humano. Nuevamente Illuyanka ha conseguido desafiar el poder del dios atmosférico, desposeyéndolo esta vez del corazón y los ojos. El vulnerable dios se casa con la hija de unhombre pobre, que le da un hijo, que a su vez corteja a la hija de Illuyanka. Como dote, él pide los órganos que le habían sido robados a su padre. Cuando el dios recobra la salud, retoma su lucha, y no sólo mata a su antiguo enemigo sino incluso a su hijo, que entretanto forma parte del clan de su esposa y pide no ser perdonado.