Otro rito paralelo entre Ugarit e Israel, es el rito anual conocido como el sacrificio del «chivo expiatorio». En Ugarit, se ofrecía un macho cabrío al dios y otro a un demonio. El texto bíblico relata este procedimiento en Lev 16,1-34. En este texto un macho cabrío es enviado al desierto y otro permanece en el altar de Yahveh, para ser sacrificado:
«Tomará Aarón los dos machos cabríos y los presentará ante Yahveh a la entrada de
la tienda del Encuentro. Luego echará suertes sobre los dos machos cabríos, una para
Yahveh, y otra para Azazel. Presentará el macho cabrío sobre el cual haya caído la
suerte 'para Yahveh', ofreciéndolo como sacrificio por el pecado. El macho cabrío sobre
el cual haya caído la suerte 'para Azazel', lo colocará vivo delante de Yahveh para
hacer sobre él la expiación y echarlo al desierto, para Azazel» (Lev 16,7-10).
Este rito era conocido como «rito eliminatorio», pues el macho cabrío sorteado como expiatorio llevaba sobre sí todos los pecados de la comunidad al desierto donde eran expiados. En Ugarit se hacía del mismo modo, salvo que el lugar de Aarón lo ocupaba una sacerdotisa.