Sumeria y Babilonia

Hasta el presente siglo no se ha podido apreciar el verdadero significado de la civilización, la religión y la mitología sumerias. Las características principales de la cultura mesopotámica, como la ciudad-estado, la monarquía, el panteón, el templo y su culto son creaciones de los sumerios, y sus características esenciales permanecieron inalteradas en el transcurso de la historia de Mesopotamia.

Los textos cuneiformes que contienen los mitos sumerios se escribieron durante el reinado de la III dinastía de Ur, o en la época siguiente, en diversas ciudades de la región. Hemos de destacar los de la biblioteca de Nippur, supremo centro religioso de Sumeria, pero no cabe duda de que los mitos se remontan a una época muy anterior. Con la posible excepción de Egipto, podría asegurarse que representan la mitología más antigua del mundo.

En estos textos, los escribas y pensadores de la III dinastía de Ur dejaron constancia de un sistema cosmológico y teológico que pasaría a ser el credo y dogma fundamentales del Oriente Próximo. En muchos casos, los documentos plantean dificultades de interpretación, y los mitos sumerios no presentan uniformidad, ya que los principales centros religiosos desarrollaron ciclos independientes con deidades propias como protagonistas. No obstante, la mitología que evolucionó con los sumerios tiene un carácter homogéneo y ofrece un cuadro de un orden mundial armónico en última instancia, en el que la creación y el panteón surgieron pacíficamente del mar primigenio, el hombre fue hecho para servir a los dioses y el universo puede controlarse y mantenerse gracias a unos decretos divinos inmutables, losme .