Rustam es el héroe más famoso de la épica persa, si bien su historia procede del ciclo de leyendas Saka de Seistan, no de Pars. Su padre, Zal, que nació anormal, albino, fue abandonado en la ladera de una montaña. Fue salvado y criado por un ave gigante, el Simorgh (relacionado con el Senmurv sasánida), que más tarde llega, con sus potentes plumas mágicas, en ayuda de Rustam para vencer al héroe Isfandyar.
Rustam tiene un notable caballo, Rajsh, que una vez, cuando él está dormitando después de cazar y tras haberse regalado con un asado de onagro, se aleja de él y es conducido a Samangan. Rustam lo sigue allí y es alojado por el jefe local, cuya hija Tahmina acude una noche al cuarto del guerrero. De su unión nace Sohrab, que crece sin conocer a su padre, pero ansioso por emular sus proezas. Rustam es el principal guerrero del Shah de Irán; Sohrab se convierte en el guerrero de Afrasyab de Turan (originariamente,
Fransiyan de Turya y más tarde identificado con los turcos, que en el último periodo sasánida habían ocupado la región de Samarcanda y el Transoxus -de nuevo, la transformación de figuras míticas refleja los antagonismos históricos de los persas: contra árabes y turcos-).
Padre e hijo se enfrentan entre sí en una batalla, sin sospechar ninguno de ellos quién es el rival, hasta que el hijo recibe una herida mortal de su padre, y cada uno descubre la identidad del otro. Las peticiones dirigidas al Shah de Irán para que envíe la medicina llamadanush-daru que podría salvar a Sohrab quedan sin respuesta alguna. Sohrab muere y Rustam se dirige en duelo a Zabulestan.