Según los yorubas, Ifa es un dios que vino a la tierra para contarles a los humanos los secretos de la medicina y la profecía. El siguiente mito muestra cómo trabajan juntos en el mundo Eshu el tramposo e Ifa, dios del orden y el control.
Eshu e Ifa viajaban por el mundo. Eshu aseguraba que un día le procuraría la ruina a su compañero, pero Ifa reía y decía: «Si tú te transformas, yo haré lo mismo, y si tú mueres, yo moriré, pues así ha sido ordenado en el cielo.»Una noche, Eshu desapareció. Robó un gallo en una casa cercana y le cortó la cabeza; después escondió los trozos del ave entre sus ropas, volvió con Ifa y gritó: «¡Despierta! ¡Viene la muerte» A lo lejos se oía a los aldeanos, que se aproximaban enfurecidos por el robo del gallo. Ifa y Eshu escaparon, y el embustero fue dejando caer gotas de sangre del animal por el camino para dejar rastro. Ifa miró hacia atrás y vio a los aldeanos armados con palos y hachas. Eshu trepó a un alto algodonero; Ifa se transformó en ave y se posó junto al embustero, que dijo: «¿No te había dicho yo que te traería la muerte?» Ifa replicó: «Lo que a mí me pase, te pasará también a ti.» Los aldeanos derribaron el árbol y corrieron a donde creían que habían caído los cuerpos, pero en lugar de a Eshu e Ifa encontraron una gran piedra y un charco de agua limpia y fresca.
Al mirar la piedra, sus cabezas se llenaron de calor y dolor, y al volverse hacia el agua desapareció el terrible calor. El jefe de la aldea comprendió que se había obrado un milagro; se postró y dijo: «¡Nosotros, habitantes del mundo os adoramos!»