En la corte real de los luba, una clase determinada de ancianos se encarga de contar y consignar los mitos sobre el rey Arco Iris y la historia de los reyes de este pueblo. Se sirven de un aparato muy curioso, llamado lukasa o «mano larga» para registrar los puntos esenciales de los relatos.
Consiste en un tablero tachonado de cuentas de colores con dibujos simbólicos grabados. Una cuenta azul, por ejemplo, puede representar a Mbidi Kiluwe, y una cuenta roja y grande rodeada por otras amarillas más pequeñas a Nkongolo y sus seguidores.
El narrador sostiene en sus manos el lukasa para recordar la historia a medida que la va relatando.