Al igual que en otras civilizaciones antiguas, los incas crearon un calendario que les servía de instrumento religioso y político y cuyo carácter sagrado derivaba de la tradición mítica.
Correlacionado con la primera aparición de las Pléyades antes de la salida del sol, el calendario lunar sideral comenzaba la noche del 8 al 9 de junio y acababa la del 3 al 4 de mayo.
Se celebraban ceremonias en honor de los emblemas reales en el mes de Aryihua (abril) y se enseñaba a una llama blanca, a la que se vestía con una camisa roja, a comer coca y beber chicha (cerveza de maíz) como símbolo de la primera llama que apareció sobre la tierra tras la gran inundación.