La capacidad para cambiar de forma o transformarse en otro objeto o criatura es común en la mitología celta. Morrigan, la terrorífica diosa irlandesa de la guerra, aparece en forma de cuervo que se alimenta de los cuerpos de los guerreros caídos. Arawn, rey del otro mundo gales, cambia su forma con la de Pwll; y Sadb, madre hechizada de Oisin, adopta forma de gamo hembra.
Merlín, desde luego, también puede cambiar su propia forma, así como las de los demás. Facilitó la unión de Uther, padre de Arturo, e Igraine, esposa de Gorlois, duque de Cornualles, pronunciando un ensalmo para que Uther adoptara temporalmente la forma de Gorlois.