El Daghdha, «el Buen Dios», es asimismo «el Poderoso de Gran Conocimiento», que al copular con la diosa de la guerra (que es además diosa de la tierra), a la que encuentra en un río lavando las cabezas y los miembros de quienes morirán en combate, asegura la victoria de su propio pueblo.
Vigila los cultivos y el tiempo atmosférico, funciones por las que se le podría comparar con el romano Silvano, deidad de los bosques, el crecimiento y la labranza.
El Daghdha posee dos atributos especiales: un palo, con uno de cuyos extremos mata, mientras que con el otro da la vida, y una caldera de la que saca eterna hospitalidad en calidad de Señor del Otro Mundo.