Etain, la mujer más bella de irlanda, se casó con Midir, un dios del otro mundo que vivía en el túmulo de Bri Leith. La primera esposa de Midir, Fuamnach, estaba celosa y se sirvió de la magia para convertir a Etain primero en un estanque, luego en un gusano y finalmente en una bellísima mariposa cuya música y cuyo perfume se expandían por los aires.
Midir estaba satisfecho de la nueva forma de Etain, por lo que Fuamnach recurrió de nuevo a la magia. Esta vez envió un viento que se llevó a Etain a un lugar rocoso, donde estuvo, privada de ayuda, durante siete años. Finalmente la encontró el hijo adoptivo de Midir, llamado Oengus.
Éste conseguía que volviera a su forma humana por las noches, y vivieron juntos felizmente hasta que Fuamnach los encontró. Fuamnach conjuró otro viento y esta vez Etain fue metida en una copa de hidromiel. La mujer que llevaba la copa no se dio cuenta de que en su bebida había una mariposa y se tragó a Etain.
Etain se quedó nadando en el vientre de la mujer y volvió a nacer como muchacha humana 1.012 años después de su primera encarnación. Esta vez era Etain, hija de Etar, rey del Ulster. Cuando llegó a la edad adecuada, Eochaid Airem, rey de Irlanda se desposó con ella. Al descubrir que Etain había vuelto a nacer, Midir se dirigió a Eochaid para reclamarla. Pero Etain no quería dejar a su nuevo marido sin el permiso de éste, de modo que Midir retó a Eochaid a un torneo de ajedrez. Ganó él, pero cuando acudió a por el premio encontró cerradas todas las puertas del palacio de Eochaid. Mas esto no detuvo a Midir, que inmediatamente se presentó en el vestíbulo, apoderándose de Etain.
Ambos, convertidos en cisnes, huyeron por el agujero de salida de humos del tejado.
Eochaid marchó a Bri Leith y asedió el túmulo durante nueve años. Finalmente salió Midir y prometió devolverle a Etain. Entonces aparecieron cincuenta mujeres, todas iguales que Etain. Eochaid las examinó cuidadosamente y, tras hacer su elección, volvió con ella a Tara.
Algunos años más tarde Midir reveló al rey que la mujer que había escogido no era Etain. Al huir con Midir en forma de cisne, Etain se hallaba embarazada de Eochaid. La mujer a quien Eochaid había tomado por su esposa era su propia hija.
Mientras tanto Eochaid había sido padre de un hijo que se convirtió en el héroe Conaire Mor, de modo que el galanteo de Etain dio origen a un dios.