En las islas Británicas se hablaban lenguas célticas antes de la ocupación romana, y se mantuvieron hasta la llegada de los anglosajones a Inglaterra en el siglo V. Había dos ramas lingüísticas principales de céltico «insular»: goidélico y britónico.
El primero comprende el irlandés y gaélico escocés, que aún se conservan, y el manx, extinto en el siglo XX. Estas dos últimas lenguas surgieron con la colonización irlandesa.
El britónico comprende el gales, el cómico (que se extinguió en el siglo XVIII) y el bretón, la lengua de Bretaña.
De las lenguas célticas del continente europeo sólo se conservan testimonios fragmentarios, como inscripciones y topónimos.