Antes de la Segunda Batalla de Magh Tuiredh, los Tuatha Dé celebran una fiesta regía cuya entrada está restringida a quienes ejercen las artes, y aparece Lugh, guerrero joven y apuesto vestido como un rey, que asegura tener derecho a entrar por ser «diestro en todas las artes»: afirma ser escritor, arpista, guerrero, poeta, hechicero, médico, copero y muchas cosas más. Nuadhu le cede el asiento del rey y Lugh se encarga de los preparativos de la batalla.
El abuelo de Lugh es Balar el del Mal de Ojo, uno de los jefes fomorianos. Existía la profecía de que Balar moriría a manos de su nieto, razón por la que encerró a su única hija cuando fue seducida y tuvo trillizos, a quienes Balar arrojó al mar. Pero un herrero salvó y crió a uno de ellos, Lugh.
Balar tiene un ojo de mirada ponzoñosa que puede inutilizar a un ejército de millares de hombres cuando lo abre. Cuando Lugh ve el párpado levantado en plena batalla, le lanza una piedra con una honda y el ojo atraviesa la cabeza de Balar, a consecuencia de lo cual sus tropas son destruidas por la mirada fatal.
Existen dos relatos sobre la Primera y Segunda Batallas de Magh Tuiredh en la mitología irlandesa. El más importante es el de la segunda; el texto de la primera es posterior, y en ciertos aspectos deriva del de la segunda.
Ambas historias adquieren su contexto en El libro de la conquista de Irlanda, más conocido como El libro de las invasiones, texto de carácter monástico que enumera las sucesivas invasiones de Irlanda desde el Diluvio.