Los jabalíes estaban consagrados a las divinidades de la fertilidad. Freyr y Freyja tenían jabalíes sobre los que montaban y en ocasiones se les atribuía forma de jabalí. También se sacrificaban jabalíes a Freyr para obtener una buena cosecha. En los objetos ceremoniales se han encontrado imágenes de jabalíes: el Sviagriss, un recuerdo de familia de los reyes suecos, era un anillo con la figura de un cerdo, y los antiguos reyes suecos atesoraban cascos con imágenes de jabalíes. Uno de estos yelmos recibía el nombre de Hildisvin, igual que el jabalí de Freyja, y es mencionado en el Beowulf, poema anglosajón en que la crin del jabalí protege la vida de su portador.