Uno de los personajes más extraordinarios de la mitología nórdica es loki. No era estrictamente un dios (pues descendía de gigantes), pero vivía entre los Aesir y se unía a ellos en sus expediciones, ayudándoles con frecuencia. Pero, aunque era amigo y compañero de los dioses y hermano de sangre de Odín,
Loki era también su enemigo, y en Ragnarok -el fin del mundo- lucharía contra los dioses y de parte de los gigantes.
Loki era apuesto e ingenioso, pero malicioso y tímido. Era también sumamente astuto y siempre estaba lleno de trucos y planes. Podía cambiar de forma, y cuando preparaba sus maldades adoptaba las de animales o pájaros. Snorri se refiere a Loki como el calumniador de los dioses y el origen de todas las mentiras y falsedades.
No hay pruebas de que se venerase a Loki, pero formaba parte del canon mitológico. Son muchos los acontecimientos de la mitología debidos a su presencia. Revela la misteriosa naturaleza de Loki el hecho de que, aun causando constantemente problemas a los dioses, era con frecuencia su rapidez de pensamiento y su astucia lo que les sacaba de apuros, por lo que su influencia podía tanto beneficiarles como dañarles.