Los eslavos surgieron con una clara identidad étnica hacia el siglo V. En el transcurso de los dos siglos siguientes se dividieron en tres grupos que se expandieron hacia oriente desde su tierra natal, probablemente el este de Eslovaquia, y ocuparon Bohemia, Polonia y parte de Alemania. Otros se dirigieron hacia el sur, atravesando los Balcanes, y otros hacia el este y el norte, para establecerse en la Ucrania y la Rusia nororiental actuales. En el siguiente milenio continuó la expansión hacia oriente, hasta la Rusia europea, Siberia y Asia central.