Otro destacado transgresor sexual fue Ixión, rey de los lapitas, raza fabulosa de Tesalia. Intentó violar a la diosa Hera, pero ella lo engañó poniendo en su cama una nube con su forma, con la que Ixión copuló, borracho.
Zeus le castigó por su delito condenándolo a estar atado a una rueda ardiente que giraría eternamente en los infiernos. El fruto de la unión de la nube e Ixión fue Centauro, que más adelante cometería también una transgresión sexual al copular con una yegua, de la que nacería el primer Centauro.