Los mitos romanos eran de sentido notablemente machista. La mayoría de los mitos muestra asuntos como actos de violación, o amenazas de ella, y guardan relación con la castidad femenina y la virginidad. La mitología griega también es en buena medida patriarcal, pero mitos tales como los de Deméter y Perséfone presentan una visión femenina de la violencia masculina y también celebran las estrechas relaciones entre las mujeres y el poder. En el mito griego, los Centauros intentan violar a las mujeres lapitas, pero su conducta se presenta como detestable e incivil, y de hecho son rechazados por los griegos. En cambio, cuando los primeros romanos raptan a las sabinas, obtienen mujeres y tierra. Los dioses e incluso las propias mujeres, con el tiempo, aprueban la violencia.