En la mitología aborigen australiana aparecen de forma recurrente serpientes de todos los tipos, desde la serpiente Arco Iris, que en su forma arquetípica aparece en los grupos del desierto central, a la serpiente Tapiz, cuyos rastros del sueño se extienden por la costa este de Australia.
En toda Australia, la serpiente Arco Iris es una figura y un motivo importante en los mitos. La serpiente suele tener un tamaño inmenso y vive en pozas profundas de agua. Aparece con diversos aspectos en todo el continente. En el centro de Australia, wanambi (uno de sus nombres) viajó desde el manantial de Aneri, cerca de la frontera entre Australia del Sur y el Territorio del Norte, hasta la cadena montañosa de Musgrave. A veces realizaba largos viajes dando vueltas al monte Connor. Los rastros que dejó en esa época suelen ser simbolizados en las pinturas por círculos concéntricos. El camino seguido por wanambi es aún visible en la actualidad y está marcado con formaciones rocosas y colinas de arena.
Los grupos cercanos al río Proserpine en el norte de Queensland creían que la lluvia se transfotmaba en cristales de cuarzo allí donde el arco iris toca el suelo. En el sudeste de Queensland, el arco iris -takkan entre los que hablan kabi kabi- muestra a veces la presencia de dichos cristales en los cuerpos de los hombres. Estos hombres pueden convertirse en gundil, o médico-hechiceros, capaces de curar y realizar otros actos de magia.