En la Amazonía, los dibujos realistas se combinan con los abstractos que, según se dice, son los que el chamán experimenta durante su trance alucinógeno.
Para complacer a los espíritus y mostrar su identidad ritual y lugar en la sociedad, los amerindios del Amazonas dedican un gran tiempo y esfuerzo a la decoración personal.
La pintura del cuerpo es muy importante; usan un pigmento rojo, extraído de las semillas de urucu, con el que se hacen dibujos en la cara, brazos y piernas.
Se construyen tocados de plumas con las plumas de pájaros míticamente importantes, como el guacamayo y el águila arpía.
También la joyería expresa ideas culturalmente definidas de belleza estética, y objetos como espejos, cuentas de vidrio y clavijas para los labios se combinan para formar un código, haciendo a su portador atractivo ante hombres y espíritus.