Se atribuía al enigmático dios heimdall la creación de las distintas clases sociales. Un día Heimdall, disfrazado, fue recibido en una granja por Ai y Edda (bisabuelo y bisabuela), que le dieron pan y sopa. Heimdall se quedó con ellos tres días, durmiendo entre la pareja. A los nueves meses Edda dio a luz un hijo, un niño feo y moreno a quien llamaron Thrall. Thrall dedicó su vida al trabajo manual y de él descendieron los esclavos.
A continuación Heimdall llegó a una casa donde una pareja bien vestida, Afi y Amma (abuelo y abuela), le dieron hospitalidad y un trozo de carne. Durmió tres noches entre ellos. A los nueve meses Amma tuvo un hijo de mirada viva y tez rojiza que fue llamado Karl (hombre libre) y que creció para cultivar y construir. De Karl descendieron todos los hombres libres.
Heimdall llegó más tarde a una lujosa morada donde Fadir y Modir (padre y madre) le honraron con una suntuosa comida a base de pan, carne, aves y vino. Heimdall se quedó tres días durmiendo entre ellos y a los nueve meses nació un niño de ojos chispeantes y con la piel y el pelo claros, llamado Jarl (duque). Jarl creció con gran apostura y de él descendió la nobleza.