AGAMENÓN, REY DE ARGOS

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Entre las numerosas obras griegas en las que se narra la suerte que corre el rey Agamenón, victorioso jefe griego en la guerra de Troya, destaca sobremanera La Orestiada, de Esquilo.

Tras la guerra, Agamenón regresa triunfal al palacio de Argos con su botín y concubina, la profetisa Casandra, hija del rey Príamo. Pero su esposa, Clitemnestra, y el amante de ésta, Egisto, le tienden una trampa. Clitemnestra le recibe y le lleva al baño; después de haberse bañado Agamenón, ella hace ademán de ofrecerle una toalla, le arroja una red y el rey es asesinado. La reina da muerte también a Casandra.

Cuando Orestes, hijo de Agamenón, que está ausente, llega a la edad adulta, regresa para vengarse. Entra en palacio, disfrazado, y mata al usurpador Egisto y a Clitemnestra (con la ayuda de su hermana, Electra, según ciertas versiones de algunos historiadores).

Las Furias persiguen al matricida, quien huye a Delfos para purificarse del crimen. Desde allí va a Atenas, donde es juzgado y absuelto gracias al decisivo voto de Atenea. Después reina en Argos.

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