Los griegos pensaban que la ciudad de Atenas y la Acrópolis existían mucho antes de Teseo y los atenienses hablaban de reyes anteriores, como Cécrope (mítico fundador de la ciudad), Erecteo y Egeo, padre de Teseo. Pero se honraba de forma especial a Teseo por haber reunido en un solo estado los diversos pueblos y ciudades del Ática, región de la que Atenas era localidad principal.
Se pensaba que todos los tribunales y asambleas atenienses formaban parte de la herencia de Teseo. Las leyendas sobre este personaje articularon los ideales del estado democrático y los mitos atenienses lo presentan como un rey bueno y justo. Carecemos de pruebas sobre el Teseo real, si acaso existió.
Cimón, político del siglo V a. C, descubrió unos huesos enormes en la isla de Esciro, adonde se cree que se retiró el rey ateniense, y se atribuyeron a Teseo. Volvieron a enterrarse en Atenas con todos los honores debidos a un héroe sagrado del estado.