En 1985 comenzó una discusión sobre si se debía permitir la minería del uranio en un lugar del Territorio del Norte llamado colina Coronation, que podría convertirse en una gran zona de excavación de uranio.
Un grupo encargado por el gobierno habló con los jawoyn, habitantes de la zona, y éstos dijeron que si se alteraba en lugar, Bulardemo, el cazador-creador, encarnado en el paisaje, provocaría una destrucción inimaginable, que llegaría incluso a Sydney y Melbourne.
Más tarde, a principios de la década de 1990, la colina Coronation quedó incluida dentro de los límites del Parque Nacional de Kakadu, tras la decisión del gobierno federal de no permitir el proyecto minero citado.