LA MADRE Y EL PADRE DE TODAS LAS COSAS

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Todas las religiones aborígenes consideran la fertilidad como un elemento básico, y es habitual que las capacidades sexuales de hombres y mujeres sean el centro de intentos más amplios de mantener la naturaleza regenerativa del cosmos.

En partes de la Australia aborigen, aparecen seres creadores tanto de sexo masculino como femenino. En el noroeste y nordeste de Australia, los héroes culturales masculinos son las figuras míticas más importantes. En el sudeste hay un único gran héroe: Baiame, Bundjil, Ngurunderi, etc., y también es de sexo masculino.

Pero en el centro del país, en el desierto central, el Territorio del Norte y en la Tierra de Arnhem, la figura femenina es la dominante. El ciclo mítico ritual de Gunabibi se centra en torno a la "Anciana", una figura que también domina en las zonas de los ríos Roper, Macarthur y Victoria. Es conocida como Kunapipi, Mumuna, Kliarin-Kliari. Se dice que es fuente de vida, tanto entre los hombres como en la naturaleza.

La Anciana se halla unida a ritos de fertilidad centrados en torno a la serpiente Arco Iris. Se dice que la serpiente se "abrió camino" en el vientre femenino para que los espíritus ancestrales puedan vivificar a los humanos actuales al nacer.

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