Los que buscan "supervivencias bíblicas" suelen coleccionar mitos sobre diluvios e inundaciones. El inglés Thomas Lawson estaba tan convencido de las supuestas correspondencias bíblicas en un ciclo de relatos de los take de Hivaoa (Marquesas), recogido por él entre 1861 y 1862, que anunció al mundo religioso que había descubierto una confirmación oral de la narrativa bíblica.
Aunque el profesor Alexander de Hawai publicó el relato del diluvio, los estudiosos serios no lo aceptaron, tal vez no consiguiendo reconocer la universalidad del mito y el hecho de que, en los ciclos chamánicos, todos los diluvios se resumen en uno solo, como las hambrunas, guerras e incluso héroes que se funden y refunden al contar las historias.
La confirmación de la autenticidad de los textos de Lawson la llevó a cabo un coleccionista alemán a principios de este siglo, que registró numerosos mitos y cantos relativos a catástrofes naturales, la mayoría de ellos en un dialecto arcaico. Aunque pocos de ellos sobreviven, lo que persiste es suficiente para mostrar la correspondencia con el texto de Lawson.
El mito de las Marquesas sobre el último hogar en el norte que fue destruido por completo se corresponde a un mito moderno elaborado en la década de 1930 por un excéntrico viajero, el coronel James Churchward, que creía que todo el género humano se había originado en el continente hundido de Mu, la madre patria en el Pacífico.