La mayor parte de los temas míticos estaba incluida en ciclos importantes que aparecen en casi todos los grupos insulares: los dioses como antepasados del hombre, obligaciones con los dioses asociadas al nacimiento, la procreación y la muerte, viaje del espíritu y otros ritos de paso relacionados con las inundaciones, el hambre y la guerra.
A un nivel inferior había numerosas fábulas para intentar familiarizar a los jóvenes con el mundo de la naturaleza que incluían temas de metamorfosis y orígenes milagrosos.
Algunos ciclos o parte de ellos tenían un fuerte componente erótico para explicar el romance y la pasión sexual. Otros temas más filosóficos exploraban la antítesis luz-oscuridad.
La presencia de los dioses principales era siempre una experiencia extática. Mientras los médiums podían inducir la posesión comiendo ciertos hongos, bayas, grandes cantidades de plátanos o bebiendo kava verde y bebidas más fuertes, los dioses también "descendían" para celebrar la belleza artística, sobre todo durante las representaciones de danza y música.
En la mayor parte de la Polinesia, las bailarinas eran más importantes, pero en las islas Marquesas, donde imperaba la poliandria, se elegía a un joven hermoso que bailaba como Krishna. Para representar a los dioses se usaban máscaras y otros aderezos; incluso en tiempos cristianos, en Mangaia (islas Cook) el espíritu antepasado Tangiia sigue tomando parte en los festivales públicos.
Las máscaras se usaban para retratar hechos y también dioses. Los mali-baining de la península Gazelle de Nueva Bretaña celebraban el festival Mandas que, supuestamente, representaba hechos de un tiempo mítico. Un coro de mujeres con 80 máscaras cantaba la historia de la cteación: el nacimiento del mar, el origen de la Tierra, los bosques y varias plantas, los vientos, animales y aves y, por último, los primeros seres humanos. La máscara que representa el nacimiento del mar simboliza más un remolino que un dios.
El gran arte mítico en Oceanía era la talla de la madera, pero los motivos míticos también se inmortalizaban sobre piedra, marfil y jade. Para representar a los dioses se usaban también cuerdas trenzadas, tela de corteza, plumas, conchas y pelo de perro; los dioses solían tener forma de cometas, azuelas y artefactos ceremoniales. Los símbolos mitológicos se usaban también en tatuajes. Los objetos labrados variaban desde figuras grandes y elaboradas de dioses y mazas de guerra hasta palos y cuencos para uso doméstico. El labrado de la proa de las canoas era muy habitual en toda Oceanía, mientras que los dinteles ornamentales en las casas eran sólo típicos en Nueva Zelanda.